El 24 nos vemos

10 mayo 2023

Estampa de María Auxiliadora del dia 2 de mayo de 1945

No solo lo leemos aquí y ahora, sino que lo tenemos que hacer siempre y si añadimos algún día más, mejor para cada uno de nosotros. Porque nos es necesario, porque el mundo mayormente necesita ese corazón de María de quien no podemos separarnos para pedirle la paz y el perdón de todos nosotros pecadores, y los del mundo entero.

El corazón de María es un gran tesoro, y su boca es el canal de este gran tesoro para mejor conocerla. Esta boca llena de miel, oro y piedras preciosas, no se abre mucho, por eso debemos abrir nuestra alma para recibir ávidamente cada palabra, y entenderlas de la mejor manera.

 Debemos tenerlo muy presente, pues desde que María dijo: “he aquí la esclava del Señor”, se debe tomar en consideración su corazón y los sentimientos que suceden.            

A lo largo de su vida, vemos como María es una vida de silencio, todas las maravillas de su amor incomprensible están contenidas en su interior. Cuando tenía que hablar lo hacía en el menor número de palabras posibles, incluso con su hijo, sólo hablaba en silencio. María nos enseña en tres palabras una maravillosa manera de orar: sólo nos muestra las necesidades y en su corazón y en sus ojos Nuestro Señor ve su deseo.

Es una manera más que perfecta de rezar, de abrir las heridas de nuestro corazón delante de nuestra Madre la Virgen Auxiliadora. Entonces nuestro corazón  y nuestra alma los dejamos a su gran amor y a su gran misericordia, y esperamos así en una contemplación de amor el efecto de su cariño por nosotros.

¿Tiene o no importancia lo que os recordamos al decir el 24 nos vemos? Ella no se cansa de esperar, no la dejemos mucho tiempo a la espera.

También te puede interesar…

El 24 nos vemos

El 24 nos vemos

“Para ser valientes en los obstáculos, tenaces en las resoluciones, firmes con nosotros mismos, abiertos al prójimo, y exactos en el deber, hay que tener una confianza filial en María Auxiliadora”

Medio pan y un libro

Medio pan y un libro

El profesor emérito de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza Francisco Marco Simón nos habla de una novedad y nos da noticia de que la globalización no es un fenómeno de la actualidad, sino que ya comenzó siglos antes de Cristo