Una Parroquia Evangelizadora, con marcado acento juvenil, que cuida con mimo la catequesis de niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Evangelizadora por la atención a los más necesitados cercanos con proyección al Tercer Mundo.

Para esta labor se pusieron en marcha estructuras concretas: Asamblea y Consejo Parroquial, catequesis, grupo de caritas y liturgia, adoración nocturna y todas las actividades propias de una parroquia. Al ser salesiana, se añadieron las estructuras propias de nuestro carisma y de la tradición salesiana, como la asociación de María Auxiliadora.

La Parroquia se inauguró el 8 de diciembre del 1980, fiesta de la Inmaculada. (D. Bosco decía que “en el día de la Inmaculada se habían iniciado grandes cosas en su vida”). Se llenó la iglesia como el día de María Auxiliadora. Presidió D. Javier Osés que no disimulaba su alegría. Y así, sencillamente, con mucha alegría, “a lo salesiano”, se puso en marcha la nueva parroquia.

La parroquia es uno de los tres ámbitos de la Obra Salesiana de Huesca que junta además con el colegio San Bernardo y el Centro Juvenil. Los tres ámbitos se enriquecen mutuamente y se complementan en la actividad pastoral y evangelizadora.

Consejo parroquial

Es el órgano establecido por la Diócesis para marcar las líneas de actuación de la Parroquia. Aborda todas aquellas cuestiones de cualquier índole que afectan a la vida parroquial y que el párroco y/o los miembros del Consejo consideran oportuno presentar para su aprobación.

Está compuesto por miembros que representan, de forma plural, las distintas actividades de la Comunidad Parroquial. De él forman parte también las personas que llevan más directamente la economía y a él dan cuentas, en primer lugar, de la situación económica.

Se reúne al menos tres veces al año. Cada actividad planifica, hace el seguimiento y evalúa de acuerdo con el párroco, sus objetivos y actividades.

Caridad y acción social

La acción caritativa y social es inherente a la vida del creyente. No hay auténtica fe sin la dimensión caritativa. La caridad, el amor que requiere la justicia, va más allá de la misma justicia y es dimensión constitutiva de la fe cristiana.

Como consecuencia nuestra comunidad parroquial quiere primar grupos y actividades que tengan presentes a los pobres de nuestro entorno y del Tercer Mundo. Pobres no solo carentes de lo más necesario para vivir con dignidad sino también teniendo en cuenta las nuevas pobrezas presentes en nuestra sociedad.

Lo hacemos a través de: