Vuelve el Huevo Solidario organizado por el Club de Montaña Javieres de Huesca, a beneficio de Entarachen-Bosco Global y la campaña Luces por Etiopía.
Un año más (y van dos) el Club de Montaña Javieres y el grupo de Entarachen – Bosco Global han tirado de imaginación en su tradicional propuesta del Huevo Solidario, dentro de la campaña Luces por Etiopía. Si el año pasado la campaña se realizó de manera enteramente virtual, este año se ha optado por una modalidad mixta, que nos ofrece tantas maneras de colaborar como formas hay de comerse un huevo… eso sí, siempre con espíritu solidario.
El pasado día 23 de enero, alrededor de 70 personas participaron en la marcha que, bajo la idea de “Generosidad”, recorrió los conocidos como Siete Lugares: Yéqueda, Banastás, Chimillas , Alerre, Huerrios, Banariés y Cuarte, para volver a Huesca, en un recorrido de 25 kms. Un sol estupendo alivió considerablemente el frío con que amaneció el día, y así se pudo realizar sin problemas tanto el recorrido como el Huevo Solidario.
En el alto para comer en Banariés, voluntarios del Club Javieres prepararon y repartieron a todos los participantes una bolsita con panecillo, huevo duro, Trenza de Almudévar y un yogur. Guiados por el incansable salesiano Alfonso, se tuvo también un momento de oración.
Y de los caminos, a los bares, puesto que la campaña continúa hasta el 31 de enero en el Bar de Jorge, donde cada plato de Huevos Fritos Solidarios deja una donación para los niños y niñas de Mekanissa. Desde el 1 y hasta el 8 de febrero, toma el relevo El Álvaro, quien también donará un euro por cada huevo frito solidario consumido en su establecimiento.
Además, se puede participar en la campaña desde casa: hazte unos huevos fritos (o duros, o tortilla, o lo que más te guste), hazte una foto mientras los disfrutas y súbela a Redes usando el #HuevoFritoSolidario2022 y/o @salesianoshuesca @ongdboscoglobal. Tu donativo puedes mandárnoslo por Bizum al 01464.
La Campaña Luces por Etiopía destina el 100% de lo recaudado al apoyo a las actividades educativas y de acompañamiento al crecimiento y a las familias que realizan cada día en el Centro Juvenil Don Bosco, un centro de día situado en la periferia de Addis Abeba, en el barrio de Mekanissa, en Etiopía, al que este curso acuden 350 niños, niñas y adolescentes. En el Centro reciben servicio de comedor, apoyo a la escolarización, apoyo en el acceso al sistema de salud, acompañamiento familiar y, como no podía ser menos en un centro salesiano, actividades de tiempo libre y deportivas.
Como escribía Teresa López, voluntaria de Entarachen-Bosco Global, “en este año, más que nunca, tenemos que seguir apostando por esa Etiopía, que no es utopía, que es real, que está allí, sólo que un poco oscurecida por tanto, tanto ruido como se oye estos días. Tenemos que seguir apostando por los proyectos vitales que cada día se concretan en las aulas de Mekanissa, o en los talleres para mujeres de Zway. Tenemos que seguir saliendo al patio a jugar, sentándonos a echar una mano con esos deberes de matemáticas, ayudando a montar las estanterías para esa tienda del barrio, tejiendo hilo a hilo ese futuro hecho de pequeños pasos. Todo eso, y mucho más, lo estamos haciendo hoy…por huevos”.
Porque hay muchas formas de comerse un huevo, y muchas formas de decir que NOS MUEVE LA ESPERANZA, anímate a participar.