Queridos antiguos alumnos: Se acerca la Navidad. Desde hace más de 100 años en esta Casa de don Bosco la preparación de la Navidad suponía un movimiento permanente de mucha gente: belenes vivientes, representaciones teatrales, montaje del Belén, celebraciones en la Iglesia primorosamente preparadas, villancicos en las aulas, mucho movimiento en el centro juvenil y decoración navideña en todos los espacios.
La pandemia que estamos viviendo desde marzo ha dificultado todas estas actividades, no obstante, como hijos que somos de un soñador, en la casa la imaginación y la creatividad todos los sectores están funcionando de una manera admirable.
En la escuela son muchas las actividades que se hacen: clases, celebraciones, veladas… En el centro juvenil, que solamente ha podido abrir un día, hay un bullir de actividades en las redes sociales. Se ha celebrado la eucaristía recientemente con todos los monitores y pronto habrá más actividades, están funcionando también los grupos de IEF.
Nuestra Asociación está rodando dos vídeos para homenajear a los belenistas y a los actores y actrices que en el teatro nos emocionan cada año: En la parroquia sigue habiendo celebraciones y catequesis (presencial y virtual), se venden calendarios de María auxiliadora y los evangelios del día, nuestra ONG está desplegando un sinfín de actividades para que las luces por Etiopía sigan siendo realidad este año, los amigos del Boscos entrenan diariamente en el patio aprovechando la iluminación recién inaugurada.
Todo se hace con una extraordinaria precaución y garantía sanitaria pero la casa no ha parado de hacer cosas en todos estos meses. Las casas Salesianas son Patio, Escuela e Iglesia y todo, con las limitaciones lógicas y con la extensión digital, sigue funcionando.
Ahora vamos a celebrar el Nacimiento de Jesús, recordaremos que el hijo de Dios se ha hecho uno de los nuestros, naciendo en la fragilidad de un establo. La Navidad es la gran fiesta de la fragilidad y la dignidad de la humanidad. Nos sentimos especialmente cercanos con todas las personas vulnerables, con los enfermos, con los sanitarios, con todos los que están sufriendo las consecuencias económicas de la pandemia.
No dejemos abandonado al pequeño Jesús en el portal… tampoco nosotros dejaremos abandonados a tantos jóvenes que han hecho de esta Casa de don Bosco su propia casa.
Feliz Navidad.