Medio pan y un libro

26 septiembre 2021

Necesario un nuevo regeneracionismo

 

“La pandemia ha enfatizado el hecho de que la capacitación constante para mejorar en el desempeño del empleo o para reciclarse en un puesto nuevo es fundamental para afrontar la persistente transformación y sobrevivir en un mundo laboral cada vez más cambiante e impredecible.

La formación continua es vital para afrontar reformas, la evolución del mercado laboral y las crisis como la de la pandemia actual.”  (El País, 12 de septiembre de 2021)

 

Es momento de recordar a un excelente personaje oscense, que formó parte de aquel movimiento finisecular decimonónico conocido  como regeneracionista, en el que se había asentado un gran pesimismo en la sociedad. Y no faltaban razones, pues hasta el mismo año del fallecimiento de Mallada al mes siguiente, marzo, se produjo el asesinato del presidente del Gobierno Eduardo Dato; y en el mes de julio tuvo lugar el “Desastre de Annual” en la guerra que España mantenía con Marruecos en el Rif. 

Hoy, época  de incertidumbres pandémicas, sobresaltos políticos,  desigualdades sociales, crisis económicas, trabajo en precario, y otros conflictos, por supuesto no se reproducen las características de hace cien años, pero los problemas se enquistan y  las soluciones se presentan muy complejas. 

Por ello es necesario volver a recordar y celebrar  al pionero de la geología y la paleontología, un gran científico , pensador y escritor como fue LUCAS MALLADA PUEYO,  que nació en nuestra ciudad el 18 de Octubre de 1846 falleciendo en Madrid el 6 de Febrero de 1921, efemérides a resaltar  justamente  cien años  después. Al cual debo citar en relación a los inicios de nuestro Colegio pues siendo conocedor de los problemas de la agricultura de Huesca, los testamentarios de D. Bernardo  Monreal  en sesión de enero de 1897, no teniendo aún los terrenos necesarios para la construcción de la Escuela de Artes y Oficios a la que iban a dedicar  las enseñanzas  agrícolas,  deciden consultar con  él a fin de ser orientados en su búsqueda por tan ilustre ciudadano. Haría de puente con toda seguridad D. Serafín Casas y Abad, catedrático del Instituto de Huesca, amigo suyo que formaba parte de la testamentaría. En las Actas no se comentará más sobre dicha consulta, que suponemos se dio, pero conseguirán la huerta necesaria para su propósito.

¹Como pensador  fue un  ensayista de temas sociales, económicos y políticos y considerado así precursor del Regeneracionismo e inspirador de muchos autores de aquel movimiento. Vivió tiempos excepcionales en torno a la crisis o “desastre del 98”, y elaboró profundos análisis y propuestas de cambio audaces para entonces y además se atrevió a exponerlas. Reflexionó y dio razones del atraso económico, de los defectos educativos y morales, graves problemas de la España de fines del S. XIX y principios del XX. Su principal ensayo será una serie de textos “Los males de la Patria” que aparecerá en la Revista Contemporánea(1897-98) y que se editará más tarde como libro. Como  nunca se  había hecho presentó un acopio de problemas que  tenía entonces nuestro país y  que se debían resolver.   

Nos suena? Por supuesto esos problemas hoy en día han variado, pero en momentos difíciles  muchos de ellos son parecidos y  su complejidad hace que también sea difícil la búsqueda de soluciones.

Casa natal de L. Mallada en C/ San Orencio

Placa dedicada a la memoria de D. L. Mallada 

Monolito de Ramón Acín dedicado a Lucas Mallada

Se le ha calificado de pesimista y es verdad que él mismo se define así en varios escritos. Se puede pensar, sin embargo, que era un pesimismo razonado y constructivo. Pudo haberse encerrado en su trabajo y en su casa, pero no lo hizo

Así, se refirió a múltiples temas como a la pobreza de nuestro suelo, a la evasión de cerebros, a  la mujer española, a los ferrocarriles, a la especulación, a la minería, a la emigración, a la agricultura,..…Laborioso y tenaz, estudió el bachiller en Zaragoza, se graduó en Madrid como ingeniero de minas(1866), realizó prácticas en Almadén, fue destinado a Asturias, luego a Teruel; fue adscrito a la Comisión del Mapa Geológico y Minero elaborando entre 1876 y 1912 los correspondientes a las provincias de Cáceres, Huesca, Córdoba, Navarra, Jaén, Tarragona y Toledo. Una labor impresionante junto a la “Explicación del Mapa Geológico de España”, magistral tratado de Estratigrafía, Historia Geológica y yacimientos minerales. Ampliará esta labor entre 1875-77 en campañas de trabajo en Huesca profundizando en un estudio la “Descripción física y geológica de la provincia de Huesca” poniendo el conocimiento de su provincia natal al máximo nivel internacional. Obtuvo la cátedra de Paleontología de la Escuela de Minas(1879) y recopiló el “Catálogo de las especies fósiles encontradas en España”(1892) por el cual se considera el “fundador de la Paleontología española”.

Como buen geólogo  D. Lucas Mallada  cuestionaba la creencia de que vivimos en un país rico y de muchos recursos naturales, abordando el problema de la pobreza de nuestro suelo por el relieve, el clima, los tipos de tierras, falta de arbolado y otros aspectos defectuosos que afeaban nuestras virtudes lo cual generaba  la no buena explotación tanto de las ricas minas como de los excelentes viñedos.  Seguramente estas causas no se daban por igual en todas las regiones de España  pues la economía en aquel tiempo era eminentemente agraria y dependería unas veces de causas estructurales y otras coyunturales. 

Lucas Mallada viajó mucho por toda España por su actividad de ingeniero (también lo siguió haciendo una vez jubilado) lo cual le permitió adquirir un conocimiento científico, económico, político y social de todas las provincias. Leyendo que en 1877 estaba en Játiva recogiendo fósiles; muy cerca de allí, en Denia y en el año 1921, aunque alejándome de su figura, pero no así de su pensamiento, se dio uno de los múltiples ejemplos de querer salir de aquella España deprimida: Con el fin de lograr mejorar la producción y excedentes con respecto a la explotación de la vid, y frenar la emigración (Ley de 1907), se puso en marcha una experiencia de calado por la Administración en un paisaje geológico como es el macizo del Montgó. Allí se creó “La Colonia Agrícola Montgó”. Previamente para las familias de colonos se construyeron viviendas arquetípicas de mampostería con mortero de cal y ladrillo en dinteles de puertas y ventanas; tenían horno y cisterna de agua y corral anexos; se llevaron a cabo los trabajos de construcción de bancales de piedra en la ladera de gran pendiente del Montgó creando el suelo necesario para la plantación de vid fundamentalmente,y algarrobo o almendro. Aprobado el proyecto en 1921, el abancalamiento se finalizó y se entregó a los colonos 51 lotes de tres hectáreas. Para acceder a las parcelas se construyó una carretera hoy conocida por el “Camí de la Colònia”. Cuatro años después las parcelas repartidas

Monumento dedicado al Hombre de Ciencia y Naturaleza e Historia. A Lucas Mallada, en el Paseo de su nombre.

estaban cultivadas y la colonización había sido un éxito. Sin embargo la exportación de uva fue decayendo en los años siguientes y las secuelas de la Crisis del 29  conllevaron el abandono del cultivo por parte de los colonos quedando las tierras sin producción llenándose los espacios de matorral en las vertientes del monte donde todavía pueden notarse los aterrazamientos. Este  espectacular paisaje de montaña y marítimo a la vez se ha reconvertido en la actualidad en Parque Natural del Montgó con paneles y señalizaciones de rutas botánica y senderista. 

Volviendo a nuestro sabio Mallada queda en su ciudad natal un reconocimiento cariñoso. En 1925, cuatro años después de su muerte, se organizaron algunos actos en su recuerdo a iniciativa del Ayuntamiento, de la Academia de Ciencias de Zaragoza  y de Madrid. Una placa, colocada el 3 de Mayo de 1925 recuerda el lugar de su nacimiento y las corporaciones científicas honran su memoria. Además, un Instituto de Educación Secundaria y Bachillerato Internacional de la ciudad se denomina Lucas Mallada en su honor. En la ribera del río Isuela, el paseo de la Alameda lleva su nombre. Allí estuvo el monolito en piedra con la orla de bronce de su rostro en relieve, realizada por el artista Ramón Acín; se trasladó en los años 80 a un bello rincón del Parque Municipal Miguel Servet donde luce. Y en el paseo de su nombre preside un Monumento con estatua sedente en un pedestal  que graba LUCAS MALLADA 1841-1921 rodeado de columnas con pájaros y prismas con especies fósiles. Representa al hombre entregado al estudio y preocupado por la Naturaleza y la Historia.

No estamos en momentos de decir: “se tendría que haber hecho…..” No es momento de reproches. Hoy debemos buscar un nuevo regeneracionismo que comprendería la búsqueda de caminos de diálogo, de cooperación, de coordinación, sin olvidar ni renunciar a lo fundamental, a lo importante. Los problemas de hoy son más complejos y por tanto también lo son las soluciones. 

Se impone usar bien dos sentidos: El sentido común y el sentido de futuro. 

Parafraseando al hombre de ciencia en su ensayo Los males de la patria: “que demostremos ser fuertes y mañosos para remediar los males y progresar y débiles y torpes para destruir”.

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¹Colección CAI 100.- n.º 44 Lucas Mallada.-Eloy Fernández ClementeCon el deseo de un buen Curso 21-22.

²Lucas Mallada en el Alto Aragón”.- José Antonio Cuchí

 

Michel Alcubierre

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