El mes de mayo fue un mes cargado de incertidumbre, tristeza y miedo. La inspectoría anunciaba en las redes sociales la noticia que desde hace varios años rondaba por la geografía española, el cierre de varias comunidades. Un total de 6 comunidades salesianas cerraban derivando a sus hermanos a otras casas o residencias donde pudieran desarrollar su labor pastoral.
La casa Salesiana de Monzón estaba en esa lista. En un duro y complicado proceso de reajuste, no hubiera querido estar en la piel de nuestro inspector, tres salesianos de Monzón han venido a aumentar nuestra “plantilla”. Cirilo, José Ignacio y nuestro ya conocido Rufino se han instalado en nuestra casa.



El padre inspector decidió nombrar a Rufino superior de la comunidad y director de la Casa. El 29 de agosto tuvo lugar un sencillo acto en el que tomó posesión de su nuevo cargo. Ángel Arsurmendi tuvo unas palabras de agradecimiento para el director entrante y para el saliente, Josan Montull, agradeciendo su labor en estos 7 años. Nuestra comunidad salesiana tiene ahora una doble misión: animar nuestra obra y la de Monzón, por ello Josan y José Ignacio se desplazarán varias veces a la semana al colegio de Monzón para compartir tiempo con la FASA de Monzón e impartir sus materias.
Deseamos de todo corazón que os sintáis como en casa pues desde ya la casa Salesiana de Huesca y sus oscenses así intentarán haceros sentir.

