A pesar de las dificultades ambientales nos vemos menos, pero no a Ella, que seguimos teniendo las mismas facilidades conocidas y aumentadas por el canal de Tv.
Y la contemplamos desde casa porque en el corazón de los católicos sigue siendo “la llena de gracia”. Lo hemos escuchado durante toda las pasadas Fiestas de la Natividad, “la bendita entre todas las mujeres”, “La Madre de Dios y Madre nuestra”. Nada se puede decir más de una persona que lo dice todo en la Biblia de María; no hay palabras en el vocabulario humano para decir más de un ser… y tampoco hay más títulos que pueda inventar la Iglesia para dárselos a María.
“La Reina de todos los Santos”, la “Reina de las Vírgenes”, la “Reina de los Mártires, la “Reina del Cielo”, la “Madre del Creador”, la ”Puerta del Cielo”, la “Virgen Poderosa”, la “Sede de la Sabiduría”, la “Rosa Mística”, la “Torre de David”, la “Casa de Oro”, el “Refugio de los Pecadores”, el “Consuelo de los Afligidos”, “Nuestra Abogada”, “Nuestra Medianera”, la “Inmaculada Concepción”., la “Madre de la Iglesia”, “Nuestra Auxiliadora”… no existen palabras ni títulos que la Biblia ni la Iglesia puedan idear para decir más de una persona.
La Virgen sigue siendo el baluarte firme contra las acechanzas del enemigo. Por eso el 24 nos vemos y la seguiremos viendo.