
Cada 24 de mes el recuerdo a María Auxiliadora, la Virgen de Don Bosco, se convierte en una cita ineludible para la Familia Salesiana en el mundo. Este mes de mayo, celebramos su fiesta, y todas las ciudades, en los cinco continentes donde hay salesianos, es el día grande tras semanas preparando la solemne celebración de la Auxiliadora. Pruebas deportivas, juegos para los más pequeños, misas, procesiones, ofrendas florales, concursos, desfiles, cuentacuentos, cine, teatro, veladas… Todo para que María Auxiliadora se haga más presente que nunca en los ambientes salesianos.
La devoción a María Auxiliadora está asociada a Don Bosco y a los Salesianos, ya que el santo turinés, fundador de la Congregación Salesiana, promovió esta advocación mariana con frases como “No he sido yo, ha sido la Virgen Auxiliadora quien te ha salvado” o “Todo lo ha hecho Ella”.
Sin embargo, el reconocimiento a María Auxiliadora está lleno de curiosidades. El título de Auxiliadora es bastante antiguo. Viene de los primeros cristianos griegos, que la llamaban Virgen María “Boetéia”, que significa “la que trae auxilio venido del cielo”. A María Auxiliadora se la considera clave en muchas batallas, como la de Lepanto, Viena, o cuando en el siglo XVII los católicos del Sur de Alemania se libraron de la invasión de los protestantes.
La Familia Salesiana vive en mayo un mes de preparativos, celebraciones y devoción a María “Auxilio de los Cristianos”. A Ella es a la que Don Bosco puso desde el principio en el centro de su obra y de sus intenciones. Cuando el pequeño Juan Bosco tenía 9 años soñó que la Virgen le indicaba ya su vocación y que sería sacerdote. Así empezó todo, con esa figura vestida de blanco y resplandeciente convertida en su maestra.
Recuerda:
…El 24 nos vemos