María ha recibido a miles de alumnos que hemos pasado por el Colegio Salesiano con su bondad y cariño de Madre. Ella nos ha evangelizado con su silencio y su indescriptible sonrisa. Nos ha bastado su presencia para calmar nuestras palabras agresivas, para que se disipen los rencores y se calmen los dolores. Su mirada purifica, su silencio nos eleva, su sonrisa instruye. No olvides, no olvidemos de mirar e imitar a nuestra Madre. Aprendamos de Ella el silencio que le habla a Dios y de Dios; la sonrisa que nos enseña la fe, la generosidad, la caridad. Son muchas cosas a tener en cuenta en nuestra visita al Santuario o a través del canal Tv. Y no olvidemos que Ella es la llave que abre las puertas para llegar a Jesús, su Hijo, que siempre tiene a mano para ayudarnos en nuestras peticiones. Por todo ello, El 24 nos vemos
