“Es con gran calidez que les doy la bienvenida a Valdocco, el lugar donde comenzó nuestra historia, un espacio sagrado en el que nos reunimos para soñar y anclar la esperanza en nuestro camino junto a los jóvenes”: con estas palabras comenzó Bryan Magro, Presidente Mundial de los Antiguos Alumnos, para anunciar oficialmente la apertura de la Asamblea General Mundial Extraordinaria de los Antiguos Alumnos de Don Bosco, programada del 2 al 6 de octubre de 2024, en Turín-Valdocco, con el tema: “Caminar juntos: cambiar para continuar”.
En los saludos introductorios del primer día de trabajo, dirigiéndose a los doscientos participantes provenientes de los cinco continentes, Bryan Magro afirmó: “Estamos aquí para celebrar, soñar, caminar juntos, abrazando el espíritu de la sinodalidad; para cambiar y continuar con la rica herencia de nuestro Movimiento. ¡Soñar es solo el primer paso! No debemos tener miedo de comprometernos con los jóvenes de hoy, no con los de ayer. Es momento de refrescar, revitalizar y comprometernos nuevamente con nuestras comunidades. Atrévanse a soñar y esfuércense en realizar proyectos que promuevan la solidaridad y el apoyo a los jóvenes. El cambio es necesario”.
Fueron 4 días en los que no faltó reuniones, trabajos en grupo, incluso visitas a los lugares de Don Bosco para soñar con él.
Un momento destacado fue la inauguración del monumento a Carlo Gastini, fundador del movimiento de los Antiguos Alumnos. “La presencia de los antiguos alumnos es como una erupción de un volcán, donde cada uno sale con sus capacidades para ser sal de la tierra y luz en el mundo. En esta obra – afirmó el escultor Mauro Baldessari – está representado todo el mundo, pues está esculpida la universalidad de su misión”.
Toda la escultura simboliza la visión infinita de Don Bosco y el crecimiento del grupo más numeroso de la Familia Salesiana. El sueño que comenzó en Valdocco, de hecho, se ha desarrollado y crecido hasta abrazar el mundo entero. Los rostros de los antiguos alumnos que rodean a Gastini representan la diversidad del movimiento, con individuos de diferentes orígenes y culturas.
La santidad que ha madurado entre los antiguos alumnos está representada por varias figuras, como San Luis Orione, el Siervo de Dios Akash Bashir, y los Beatos Ceferino Namuncurá y Alberto Marvelli, que destacan su camino hacia la santidad. La presencia del Papa Francisco, él mismo antiguo alumno, simboliza la unidad entre la Familia Salesiana y la Iglesia.
Una joven con la mirada hacia el futuro representa la continuidad del movimiento entre los antiguos alumnos y Amigos de Don Bosco del pasado, de hoy y de todas las épocas. El libro entre Don Bosco y Gastini expresa la profesión de Carlo, la de encuadernador, y subraya la importancia de la comunicación social y las artes creativas en la pastoral salesiana. La cúpula de la Basílica de María Auxiliadora en Turín, finalmente, evoca la devoción de Don Bosco a María y su protección sobre la obra salesiana.