Desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020, hasta septiembre de 2021, nuestro teatro ha permanecido cerrado. Daba pena no ver ese espacio lleno de niños y jóvenes tratando de crear obras para divertir y entretener a los demás. Pero después de varias reuniones, se organizó todo, de acuerdo a las normas sanitarias, para poder comenzar el 4 de octubre a preparar de nuevo la obra navideña: CAMPANAS DE BELÉN. Se redujo todo a la mínima expresión. De ochenta o noventa actores que podía llegar a haber en el escenario en algún momento, a simplemente dieciséis. No pudimos contar con los alumnos de tercero y cuarto de primaria que dan sus primeros pasos en la obra como diablillos. Tampoco con los chicos y chicas de quinto y sexto que comienzan como pastores, para poco a poco, hacerse con papeles más largos. Solamente dieciséis actores, el director, algún colaborador, y las mascarillas omnipresentes.
Y llegó el día.
Las condiciones sanitarias se complicaron, y pasamos de las dos actuaciones programadas, a simplemente una, el 9 de diciembre, para alumnos de cuarto, quinto y sexto de primaria. Grupos burbuja manteniendo distancia entre ellos. Y la mascarilla.
Pero el teatro tiene magia. Eso nadie lo puede negar. Y de nuevo, dos años después, volvió a hacerse la magia con CAMPANAS DE BELÉN.
La actuación, como se dice en el argot, salió redonda. Los diablillos salieron con intención de armarla, los ángeles a defender la causa, y los pastores… a divertirse un rato.
La emoción volvió a estar por todo lo alto. Después de un gran esfuerzo, vino la recompensa, que no es otra que los aplausos del público.
Desde aquí, agradecer a todos los que han hecho posible que la obra volviera a salir al escenario: actores, colaboradores y equipo técnico. Y a todos los que creen en este proyecto por su valor educativo.
Volveremos. Feliz Navidad.